La puertecilla iva y venia , desconsoladamente,la reja de la puerta era un resorte oxidado por el agua y el sol,el chirrido era monotono y se confundia con el aleteo de las aves nocturnas, y la musica sadistica de algun grillo trasnochador.
Elizabeth esta de rodillas en un rincon del viejo hotelucho,con sus brazos apricionaba una estatuilla de marmol blanco, que tenia la forma de una pierna de hombre, mientras que la besaba una y otra vez , su mirada divagaba y de vez encuando se quedaba fija mientras que las lagrimas rodaban por sus mejillas, de vez en cuando abria la boca queriendo exhalar sonidos pero solo alcanzaba a emitir aullidos como uan bestia , en su mente solo vivia la imagen de su AMODOMINATRIZ, de las noches de placer que gozo a sus pies , donde lo sirvio y obedecio , complaciendo ahasta el más minimo deseo de su SEÑOR, recordaba esa última noche cuando lo observo que marchaba y luego de besar los pies de su AMO en señal de respeto y sumision , EL AMODOMINATRIZ prometio que volveria sin no antes decirle algo suave a su oido. Al frente de elizabeth se veia una pequeña mesa donde se mostraba un frasco vacio, unas caratulas de medicamentos y una jeringa desechable, ella le habia prometido al AMODOMINATRIZ que no volveria a inyectar droga que antes preferia cortarse la lengua y asi lo hizo , la sangre se deslizaba por sus labios resecos y poco a poco hiba manchando de rojo la estuilla de marmol blanco, que tenia en sus brazos, ella habia esperado al AMODOMINATRIZ de rodillas , totalmente desnuda y habia traido con ella un latigo , un bozal,unas cadenas , y un collar de animal sumiso , la mujer necesitaba del castigo, de los latigazos que le aplicaba su SEÑOR , de los castigos sentirse humillada , adorar los pies de su AMO de que EL, le ordenara con autoridad , pero EL no habia llegado a satisfacer su masoquismo, quizas su AMO eataria en otro sitio, adiestrando y sometiendo la voluntad de otras mujeres masoquistas al placer del altigo y encontra de la droga.
